martes, 8 de mayo de 2012

IX


Puestos a pedir

Puestos a pedir, desvestiría tu mirada de esa prepotencia que se refleja ahora en tus ojos cuando me miras. Desvestiría la mueca de tu sonrisa, mueca de aversión y desconfianza, mueca dolorida que me susurra historias de decepciones a medio contar.

Puestos a pedir, me gustaría ser el hombre que deseas tener; y vestir mi actitud con la máscara de las ilusiones, vestir mi voz de palabras que no son mías, palabras que tu gran creación manejaría por mí, pobre títere enamorado.

Puestos a pedir, desnudaría mi alma, para dotarla de todas aquellas cualidades que no poseo. Desnudaría mi razón, y convertiría el juicio en una mera locura pasajera.

Puestos a pedir, elegiría ser especial, para dejar a un lado mis rarezas, para dejar de ser un estúpido loco que se refugia en las grandes palabras de genios dementes.

Puestos a pedir, pediría ser un hombre distinto, alguien que cautivase tu atención, enloqueciese tus sentidos, y engañase a tu cordura.

Puestos a pedir, te pediría que dejases las exigencias a parte, y que me dejases entrar. Soy un loco, un títere, soy raro y me pierdo entre libros y canciones de jazz. No tengo noción del tiempo, soy tímido y a veces resulto seco y amargo. Soy punzante, sarcástico, algo extravagante en mi forma de actuar. Pero soy un iluso, y de sueños también vivimos los perturbados.

Prometo no hacer ruido. El sigilo es una de mis pocas virtudes. Y ahora, si me lo permites, cuelgo mi sombrero. Me serviré un bourbon, si no te importa. Otro para ti, por supuesto. Brindo a tu salud.

1 comentario: